En ella está el fundamento de mi vida y la fuente de la sabiduría brota de ella. En ella está el poder de crear de lo que no existe, construir de lo destruido y destruir lo construido. Esta es mi Biblia, más penetrante que cualquier espada de dos filos, ella es fuego que consume y martillo que quebranta, ella es la llave maestra, llave que abre y cierra puertas. Ella es pura y sincera, acrisolada, ella es viva y eficaz!!
Esta es mi Biblia, ella contiene promesas inalcanzables para los necios, incomparables, eternas y únicas. Contiene palabras que me hacen sabio para la salvación por la fe en Cristo Jesús, ella es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra... el cielo y la tierra podrán pasar, pero las palabras escritas en ella permanecen!!
Esta es mi Biblia, ella es como arco tensado en mi mano; es un espejo que me refleja en sus páginas, que no deja engañarme, o esconderme de la luz de la verdad, ella es la persona viva del Hijo de Dios impreso en sus páginas, Él se llama a si mismo Palabra y Verdad!
Esta es mi Biblia, en ella está escondida la verdad, en ella está encerrada la sabiduría... Ella guía mejor que un mapa y alumbra más que cualquier faro. Aunque fue perseguida y proscrita, quemada y deshojada por generaciones, aún permanece íntegra y fuerte.
Esta es mi Biblia, hay muchas iguales a ella, pero esta es mía! Yo soy todo lo que ella dice que yo soy, yo tengo todo lo que ella dice que yo tengo y yo puede hacer todo lo que ella dice que puedo hacer. Por ella sangraron los antiguos, por ella murieron los mártires y en ella está escrita la verdad. Ella es mi vida. Debo dominar mi Biblia como domino mi vida. Sin ella yo no funciono. Debo utilizar mi Biblia eficazmente y debo hacerlo mejor que mi enemigo, ates de que él la utilice conmigo, lo haré. Esta es mi Biblia, sin ella no soy nada, y sin mí , ella sigue siendo viva, eterna y poderosa. Esta es mi Biblia y cuando la veas en mi mano cayéndose a pedazos, sabrás que yo nunca me caeré a pedazos.