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YES COACH!!!


Han visto alguna película de fútbol americano alguna vez?
Entonces se habrán dado cuenta de algo... todas son iguales. Un montón de sujetos inflados con esteroides, o muy gordotes, y también alguno que otro negro, componen un equipo de brutales deportistas cuyo único objetivo es atravesar la última yarda enemiga con ese extraño balón ovalado en las manos sin que ninguno de sus adversarios lo detenga. En todas las películas nos encontramos con ese mariscal de campo super pintoso que trata de mantener unido al equipo a pesar de las diferencias que tengan sus integrantes con sobredosis de testosterona. Obviamente, no podemos olvidar la figura del simpático, huesudo, sonriente y optimista aguador... y por supuesto, el firme y motivador COACH.


Porristas, plumeros, aguadores, cascos, testosterona, árbitros incompetentes, muchos insultos, peleas, empujones, un gordito esforzado, un negro carismático, un barril con jugo y mucho hielo y por supuesto, un inspirador entrenador..Son algunos de los componentes de esa típica película gringa basada en su segundo orgullo nacional luego de la guerra... el fútbol.
Representa en cabalidad la imagen que los Estados Unidos durante años han querido transmitir al mundo ... a pesar de los pesares, el gringo se sobrepone a las dificultades logrando anotar un touchdown (tochdaun para los latinos) en el último minuto de partido, ganando sólo por una carrera el supertazón.

“Es un hermoso día en el SuperPulentumStadium de Britchmount Virginia, hogar de los Mustangs de Virginia, y del hot-dog más grande de América. 50.000 almas se han reunido en éste, el evento deportivo más importante del mundo, la final del NFL Champions League Superbowl de Fútbol américano... Cómo está todo al borde del campo Sean?” - “Puede sentirse la euforia del público presente, el campo está hermoso y este estadio no había estado tan lleno desde la primavera de 1985 cuando los Mustangs se enfrentaron ante los Bulls de Nueva York para jugar la final de la NFL Champions League Superbowl de Fçutbol américano y todos sabemos lo que pasó entonces. Ambos equipos llegan invictos a esta instancia y los Mustangs deberán dar mucho más que hace 20 años si quieren quedarse con el título...”

Supongo que no tengo que explicarte de qué se trata... lograste hacerte una película en tu cabeza?? Típico que así comienzan tooooodos los partidos de fútbol americano de las películas. Comienza el partido con la patada inicial de los Bulls de NY, se escucha a lo lejos los cantos de las porristas, aparecen frases típicas como “Azul 32!! Azul 32!! hot Hot!! “ y “Vamos hijo!! corre!! corre!!
Es un emocionante partido... partido en el que, obviamente, el equipo protagonista se va al descanso perdiendo por paliza... Típico que el Coreback no ha sido capaz de concretar un sólo pase, típico que la defensa se esfuerza por mantener el marcador congelado y que la ofensiva no logra encontrarse con su mejor futbol y típico que el entrenador está furioso!! Típico de película gringa de futbol americano. Suena el silbato, y se van al entretiempo con el marcador 28 a 14 en contra... Son 23 grandotes todos machucados, sudados, y embarrados, sentados en unas bancas sin respaldo, rodeados de casilleros metálicos acorazados con esas tremendas armaduras de plástico que usan en el pecho, esas hombreras hasta las orejas, cascos enormes con una mascarilla metálica y, por supuesto, protectores genitales. Son 23 grandotes con una cara de derrota insoportable, en una habitación iluminada nada más que por un par de tubos fluorescentes de tungsteno.

Siempre hay uno de esos grandotes, que golpea un casillero con su casco y grita “¡¡DEMONIOS!! Nos están haciendo pedazos!! El mariscal de campo se hace el tonto para que nadie le reproche su horrible participación en el partido y todo el equipo está resignado a la derrota... todo parece ir de mal en peor, su mejor corredor está lesionado, la esposa del mejor defensor rompió con él el día anterior, la madre de coreback está grave en el hospital y el papá del nº23 prometió venir a verlo jugar y no apareció... Todo está mal en los vestidores... la sensación de derrota y resignación apesta más que las calcetas que acaban de cambiarse... la oscuridad, desmotivación y por sobre todo la humillación se dejan caer sobre el equipo... nadie piensa que puedan dar vuelta el marcador... y solo queda medio partido para al menos, lograr salir vivos de la cancha.

Hay veces en que la vida parece convertirse en una de estas típicas películas de fubol americano. Todo parece ir pésimo, se nos hace cuesta arriba... y a pesar de nuestros esfuerzos... no parece haber solución, nos resignamos a la derrota.

Generalmente, cuando nos enfrentamos a una situación dolorosa, a algún conflicto emocional, o al fracaso en cualquier área de nuestra vida, nuestras emociones suelen jugarnos una mala pasada... perdemos toda confianza y nos olvidamos de nuestras promesas... cuando todo es oscuridad nos vemos en los vestidores, con la cabeza abajo y el rabo entre las piernas pensando que no podremos salir adelante, que fallaremos otra vez, que otra vez nos harán daño y que simplemente es mejor tirar la toalla, rendirse y no pelear más.

Siempre me he caracterizado por ser capaz de racionalizar todo y pensar con la cabeza bien fria todo lo que pasa a mi alrededor. Soy un gran estratega y siempre he logrado sobreponerme a las dificultades del camino con astucia y efectividad. Miedo?! esa palabra no existía en mi diccionario... Frustración?! ppppffff!!! qué es eso?! Tristeza?! já, por favor!! Peligro? Yo me río de peligro!! Desafíos?! me encantan!! y mientras más desafiantes sean los desafíos que me desafían... mejor!! más desafiado me siento. Cuando el partido se me hacía más difícil, era cuando más lo disfrutaba... las situaciones de stress eran mi hábitat preferido y con una enorme y determinada sonrisa, lograba conquistar TODO lo que me proponía, hasta que... Minutos antes de terminar la primera mitad, me taklearon tan fuerte que quedé viendo pajaritos por horas!!! Me fui al descanso con el marcador en contra (muy en contra) y con una inminente sensación de derrota, con la cola entre las piernas.

Hace poco, me sentía un fracasado, tenía miedo de continuar, de intentarlo otra vez por miedo a recibir otro takle fulminante...

Me sentí frustrado en mis sueños y mi percepción de la vida cambió al punto de sentir que nada me resultaba, ni me resultaría nunca más en adelante. Estaba sentado en una banca sin respaldo, en una habitación iluminada nada mas que por un par de tubos de tungsteno, rodeado de casilleros metálicos, con el casco en las manos y sin querer salir a la cancha de nuevo... Resignado a la derrota y con una sensación de fracaso total!! Estoy seguro de que más de una vez, te has sentido así.

Todo va pésimo, hasta que aparece él... Con un jockey adornado con la insignia del equipo, sobre las orejas, se asoman un par de vigorosas canas que recuerdan con gloria los años mozos en que él fuera el mejor coreback de la liga, un semblante rígido, su silbato colgado al cuello, y una hoja con jugadas en la mano... sí... el entrenador acaba de entrar a los vestidores... se produce un silencio total en la habitación durante unos segundos, todos esperan atentos las palabras del coach...

“Sentados... [...] ... Maldición!! nos están dando una verdadera paliza!! Qué demonios les pasa?! para qué sirven los entrenamientos??!! para qué - sirven - los malditos entrenamientos?!?!! Dónde está lo que han aprendido?!-- comienza a vociferar el entrenador ante la mirada humillada de su equipo.

Maldición entrenador!! - añade uno de los resigandos jugadores - Son los Bulls de NY, han sido campeones 5 años consecutivos y es primera vez en más de 20 años que nuestro equipo logra pasar los cuartos de final... es imposible que les ganemos.- [silencio total durante algunos segundos] el entrenador apoya sus manos en la cintura y suspira.

Es verdad. Es imposible que les ganemos. Jugando así jamás ganaremos este partido. Pero esto es lo que haremos. Vamos a salir a ese campo... y vamos a demostrarles a esos basura lo que somos... vamos a salir allá y vamos a enfrentarlos!! tal vez seamos unos perdedores... tal vez no podamos ganar este partido... tal vez terminen dándonos una paliza... pero somos un equipo!! somos Mustangs!! somos guerreros!! podemos hacer esto!! salgamos afuera a patear traseros!! al diablo la copa!!! quiero que salgan ahí y le enseñen al mundo lo que es el espíritu Mustang!!! (grito de los jugadores, mientras toman sus cascos y corren a la cancha...)

Desde ese momento... el equipo parece ser otro. Dan todo de sí y dejan hasta el alma en la cancha hasta lograr estar a punto de empatar el partido cuando queda 1 minuto de juego... El equipo cree poder hacer una jugada de 3 puntos y empatar el partido... el entrenador se acerca con las instrucciones finales y ordena una jugada que no estaba pronosticada... van por la victoria. Todo el equipo lo mira pensando “Estás seguro?”... a lo que él responde una simple frase...

“Confíen en mí.”- Ahora todo se transmite en cámara lenta... se acentúan los sonidos y los segundos parecen ser eternos... se lanza el pase... vemos la pelota volar hasta las manos del receptor quien corre a toda velocidad esquivando ataques mientras sus compañeros lo cubren... quedan sólo 10 yardas y 2 segundos de juego, el corredor se lanza, pero lo derriban en los últimos metros... el árbitro se acerca corriendo... y para sorpresa de todos... el balón logró atravesar la linea final... Touchdown!! los Mustangs ganan el partido!!! ... final feliz. TÍPICO.

Llega un nuevo año y le daremos la patada inicial a una nueva etapa cargada de grandes desafíos... Estoy seguro que no estará exenta de dolorosas pruebas, fuertes golpes, tal vez algunas lesiones y muchas veces, alguna sensación de angustia al ver que el marcador sigue en contra... Recuerda... cuando te veas sentado en los vestidores creyendo haberlo perdido todo cuando el miedo, la frustración y la sensación de derrota estén acabando contigo... te comprato las palabras de mi coach:

“Yo te libraré del lazo del cazador, de la peste destructora.
Con mis plumas te cubriré y debajo de mis alas estarás seguro;
Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra pero a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.
Por cuanto en mí has puesto tu amor, yo también te libraré; te pondré en alto,
por cuanto has conocido mi Nombre.
Me invocarás, y yo te responderé; contigo estaré en la angustia y te mostraré mi salvación...
no temas... sal a la cancha y vuelve a empezar!!!”


Tomado de JCMagazine edición Marzo de 2011. Escrito por mí.






By Marce Cruchaga with