Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de ustedes. Siempre, en todas mis oraciones, pido por ustedes... por su comunión en el evangelio desde el primer día, hasta ahora; estoy convencido de esto: "Que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará y completará hasta el día que Jesucristo regrese". Y creo que no me equivoco en mi forma de pensar, porque los llevo en el corazón y en defensa y confirmación del evangelio, todos ustedes son participantes de la Gracia, al igual que yo... Dios es testigo de cuánto los extraño y de cómo los amo, con el profundo amor de Jesucristo.
Mi oración es que el amor entre ustedes siga creciendo cada vez más, y que esté acompañado de conocimiento y completo entendimiento para que así vean la diferencia entre el bien y el mal, y escojan el bien, a fin de que sean sinceros, irreprochables, llenos de frutos de justicia y que por el poder de Jesucristo, den una cosecha abundante de buenas obras para honra y alabanza de Dios.
Amigos, quiero que sepan que lo que nos ha pasado, han contribuído más al bien del evangelio. Es cierto que algunos anuncian el mensaje de Cristo movidos por envidia, rivalidad y con el deseo de causar problemas. Pero estoy seguro de que otros lo hacen con buenas intenciones, ellos anuncian el mensaje de Cristo por amor, pero los otros proclaman a Cristo sólo por figurar, no son sinceros.Pero eso no importa porque lo verdaderamente importante es dar a conocer a Cristo, aunque algunos lo hagan por razones equivocadas. De todas maneras, me alegra que se hable acerca de Cristo. Y seguiré alegrándome... porque sé que por nuestras oraciones y por la ayuda del Espíritu Santo, esto resultará en liberación, conforme a mi deseo y esperanza de que no seré avergonzado; sino que con toda confianza (como siempre) ahora también será magnificado Cristo en el cuerpo, tanto si vivo como si muero... porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia.
Quisiera dejar esta vida y estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor. Pero quedarme en la tierra es mucho más necesario por causa de ustedes. Sé que me quedaré aquí con ustedes porque creo que soy necesario. Me quedaré aquí para su provecho y gozo en la fe.. para que abunde su Gloria en Cristo Jesús, cuando nos volvamos a ver.
Sólo les pido que se comporten como es digno del evangelio de Cristo, ya sea que yo regrese a ustedes o esté lejos, quisiera escuchar que están firmes en el mismo propósito y luchando todos juntos por la fe... No se dejen intimidar por los que se oponen!! Que eso sea una clara señal de la derrota de los que no creen, de que ustedes se van a salvar, y de que todo esto viene de Dios quien les ha concedido el honor no sólo de creer en Cristo, sino también de sufrir por Él. Ustedes y yo luchamos por la misma causa. Antes se dieron cuenta de cómo luché, sepan que ahora estoy haciendo lo mismo.
Por lo tanto, si lo que he escrito los anima como seguidores de Cristo, si es que me aman, si compartimos el mismo Espíritu, si se acuerdan de mí, entonces voy a pedirles algo que me haría feliz... tengan la misma manera de pensar, el mismo amor y las mismas metas. No hagan nada por rivalidad ni orgullo. Sean humildes y cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo... no busquen su propio provecho, sino el de los demás.
Piensen y actúen como Cristo Jesús. Esa es la "misma manera de pensar" que les estoy pidiendo que tengan. "Él, siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es por sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre".
Por eso, amigos míos, como sé que siempre han obedecido, no solamente cuando estoy presente, sino mucho más ahora que estoy ausente, ocúpense de su salvación porque es Dios mismo quien hace posible que deseemos hacer lo que a Él le agrada. Y no sólo eso, sino que también nos da el poder para que lo hagamos. Hagan todo sin murmuraciones ni discusiones, para que sean hijos de Dios, limpios y sin falta en una generación de gente maligna y perversa, en medio de la cual ustedes, haciendo esto, brillarán entre ellos como estrellas en un mundo de oscuridad afrimándose en la palabra de vida, así, cuando Cristo regrese, tendré el gusto de hablar bien de ustedes y podré decir que mi lucha y trabajo por ustedes valió la pena.
Es posible que tenga que dar mi vida para completar el sacrificio que ustedes hacen por su fe. Lo haré con alegría y compartiré esa alegría con todos ustedes... sonrían, así como sonrío yo.
(Filipenses 1 y 2)